La amenaza invisible: la contaminación por nitratos en los acuíferos de Cataluña
El agua subterránea es esencial en Cataluña, no solo para el consumo humano, sino también para la agricultura, la industria y los ecosistemas. Sin embargo, enfrenta una amenaza creciente: la contaminación por nitratos. A diferencia de un río, donde el deterioro es evidente, en los acuíferos el proceso es silencioso y persistente. Los nitratos se […]

El agua subterránea es esencial en Cataluña, no solo para el consumo humano, sino también para la agricultura, la industria y los ecosistemas. Sin embargo, enfrenta una amenaza creciente: la contaminación por nitratos.

A diferencia de un río, donde el deterioro es evidente, en los acuíferos el proceso es silencioso y persistente. Los nitratos se infiltran en el subsuelo y permanecen durante décadas, comprometiendo la calidad del agua y dificultando su recuperación.

Un diagnóstico preocupante

Según la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), aproximadamente el 35 % de las masas de agua subterránea de Cataluña se encuentran en mal estado químico debido a los nitratos. La situación es más grave en las cuencas internas, donde el 45 % incumple los valores legales. En la parte catalana de la cuenca del Ebro, la proporción baja al 19 %, aunque sigue siendo un indicador de alarma.

Los datos más recientes confirman la magnitud del problema. En 2024, se detectaron concentraciones superiores al límite legal de 50 mg/L en 41 municipios de Tarragona, con un total de 59 puntos de muestreo contaminados. Las cifras son similares en el resto del territorio: 117 mediciones en Barcelona, 72 en Lleida y 55 en Girona. En algunos casos, se alcanzaron valores de hasta 200 mg/L, como se registró en una fuente de Gironella (Berguedà) gracias a la Red Ciudadana de Vigilancia impulsada por Greenpeace.

La hidrogeología es clave para entender este fenómeno: estudiar los acuíferos permite identificar las zonas más vulnerables, diseñar planes de control y planificar la gestión del agua de forma sostenible.

¿De dónde vienen los nitratos?

La principal fuente de esta contaminación es el uso intensivo de fertilizantes nitrogenados en la agricultura y la ganadería industrial.

  1. Agricultura intensiva: El exceso de fertilizantes aplicados a los cultivos no siempre es absorbido por las plantas. Una parte se transforma en nitratos que, disueltos en el agua de lluvia o riego, se infiltran hasta alcanzar el acuífero.
  2. Ganadería intensiva: Las explotaciones porcinas y bovinas generan grandes cantidades de purines, ricos en nitrógeno. Cuando no se gestionan adecuadamente, estos residuos se acumulan en el suelo y terminan lixiviando hacia las aguas subterráneas.
  3. Vulnerabilidad hidrogeológica: En Cataluña, muchos acuíferos son poco profundos y de reducidas dimensiones. Esta característica los hace especialmente sensibles tanto a la intrusión marina (en zonas costeras) como a la contaminación difusa por nitratos.

Riesgos para la salud y el medio ambiente

La presencia de nitratos en el agua no es un problema meramente técnico. Tiene consecuencias reales para la salud y el medio ambiente:

  • Riesgos sanitarios: Beber agua con más de 50 mg/L de nitratos puede causar metahemoglobinemia en lactantes y se investiga su relación con ciertos cánceres. La gestión sanitaria y medioambiental resulta clave para garantizar agua segura en los municipios afectados.
  • Impacto en ecosistemas: Los nitratos son nutrientes. En exceso, provocan eutrofización en ríos, lagos y aguas costeras, favoreciendo proliferaciones de algas, disminución de oxígeno y pérdida de biodiversidad.
  • Problemas socioeconómicos: Municipios enteros se han visto obligados a cerrar pozos de abastecimiento y recurrir a costosas alternativas como el agua embotellada, conexiones externas o plantas potabilizadoras. La correcta planificación de captaciones y pozos de abastecimiento es crucial para garantizar suministros sostenibles y seguros.

Un problema de lenta recuperación

A diferencia de la contaminación de un río, que puede mitigarse en años, los acuíferos reaccionan mucho más despacio. Los nitratos tienen una gran movilidad y, una vez alcanzan el nivel freático, se dispersan y permanecen durante décadas o incluso un siglo.

Esto significa que, aunque hoy se redujera drásticamente la aplicación de fertilizantes, la recuperación de muchos acuíferos tardaría generaciones en completarse. Este desfase temporal obliga a pensar en soluciones a largo plazo, combinando prevención, gestión agraria más sostenible y tecnologías innovadoras de descontaminación.

Zonas vulnerables en Cataluña

La ACA ha delimitado varias zonas vulnerables a la contaminación por nitratos que abarcan alrededor del 40 % de la superficie catalana y afectan a casi la mitad de sus municipios. Algunas de las más críticas se encuentran en:

  • Plana de Vic (Osona)
  • Empordà (Girona)
  • Comarcas del Baix Camp y Alt Camp (Tarragona)
  • Medio y Bajo Llobregat (Barcelona)
  • Segrià y Urgell (Lleida)

Estas áreas concentran alta densidad de agricultura y ganadería intensiva, lo que las convierte en focos de riesgo continuo.

Soluciones innovadoras y oportunidades

La complejidad del problema abre la puerta a enfoques multidisciplinares, donde la hidrogeología aplicada juega un papel esencial. Algunas de las soluciones técnicas en las que empresas especializadas aportan valor son:

  • Modelización numérica de acuíferos: Permite simular el transporte de nitratos, evaluar escenarios de recarga y predecir la evolución futura de la contaminación.
  • Técnicas de recarga dirigida: Uso de aguas superficiales tratadas o pluviales para diluir concentraciones en zonas críticas.
  • Barreras reactivas permeables: Instaladas en el subsuelo, actúan como filtros que reducen los nitratos al pasar el agua contaminada.
  • Sistemas GIS y teledetección: Herramientas para mapear zonas vulnerables, monitorizar cultivos y anticipar riesgos.
  • Asesoría en gobernanza hídrica: Integración de la información técnica con los planes de gestión territorial y agrícola.

El reto de gobernanza

La contaminación por nitratos en Cataluña es tanto un problema técnico como político y social. Abordarlo implica conciliar intereses contrapuestos:

  • El sector agrario, que depende de fertilizantes y mantiene gran peso económico en regiones como Lleida o Girona.
  • La ciudadanía, que exige agua de calidad y rechaza pagar los sobrecostes de la contaminación.
  • Las instituciones, que deben garantizar el cumplimiento de las directivas europeas y evitar sanciones.

Los enfoques parciales no bastan: hace falta una estrategia que combine innovación, buenas prácticas agrícolas y control riguroso. Los acuíferos, de los que depende gran parte del agua en Cataluña, están en riesgo por la contaminación por nitratos. La hidrogeología aporta herramientas para gestionarlo, pero la solución exige cambios productivos y la implicación de todos.

En un contexto de cambio climático, protegerlos es esencial para garantizar la seguridad hídrica futura.